Reloj.

domingo, 1 de julio de 2012

España se hace eterna en Kiev.

España - Italia 4-0La selección española conquista la EURO con una exhibición de fútbol en la final y marca un hito en la historia con su tercer gran torneo consecutivo.

Viena, Johannesburgo y ahora Kiev. España cerró este domingo en la capital ucraniana un hito en la historia del fútbol. 'La Roja' no sólo derrotó a Italia en la gran final de la UEFA EURO 2012, sino que lo hizo con una exhibición que le coloca en los altares de la historia del fútbol. Nadie había firmado tres victorias consecutivas en grandes torneos. Ya lo ha hecho esta generación dorada de futbolistas marcada por un estilo irrenunciable, el del toque y la posesión como mejor herramienta para generar fútbol y someter al rival.
No tuvo discusión el triunfo español. La vigente campeona de Europa sacó su versión más vistosa y resolutiva para derrotar a Italia con un 4-0 inapelable. Así debía ser ante un rival al que no derrotaba en partido oficial desde tiempos pretéritos. Fue una actuación impecable que culmina una gesta nunca antes alcanzada. Italia no tuvo su día y acabó rendida ante el potencial español. Lo hizo al menos con una elogiable fidelidad a sus ideas. La lesión de Thiago Motta cuando ya había hecho los tres cambios acabó por hundir sus esperanzas.
Un impresionante ambiente en el Estadio Olímpico de Kiev saludó a los dos combinados en el arranque de la final. Ninguno se dejó llevar por la alineación rival y ambos realizaron un ejercicio de convicción en su propio estilo. Vicente del Bosque apostó por el mismo once que había salido en la primera jornada, precisamente ante esta Italia, con Cesc Fàbregas de falso '9'. Italia no se quedó atrás y tiró de personalidad con la línea de cuatro en defensa que tan buenos resultados le dio ante Alemania. Fueron dos selecciones fieles al estilo que les había llevado a la capital ucraniana.
No tardó España en tejer su juego. El plan de Italia no fue el de echarse atrás, pero la calidad técnica de los españoles es tanta que en ocasiones no queda más remedio que encerrarse en el área y esperar a que pase la tormenta. Así ocurrió en el primer cuarto, cuando España sacó a relucir todas sus virtudes, en especial las del falso '9': circulación rápida, cambios de posición, dinamismo, fluidez… Xavi Hernández dio el primer aviso con un disparo desde la frontal en el 10', poco antes de que España golpeara primero con un tanto que resume el juego de esta selección.
Fue entonces cuando España tuvo la paciencia para construir y el instinto para matar. Combinó con pausa en una larga jugada colectiva hasta que Xavi sacó su brújula y vio el desmarque de Fàbregas, que rompió a Giorgio Chiellini y apuró línea de fondo para ceder el esférico a David Silva. El canario no falló de cabeza y acercó a España hacia la ansiada 'triple corona'. Era el minuto 14 y las cosas no habrían podido comenzar mejor.
Italia reaccionó y enseñó los galones que le acreditan como tetracampeona del mundo. Los transalpinos apretaron tuercas y se vinieron a arriba de la mano de sus dos jugadores de mayor calidad: Andrea Pirlo y Antonio Cassano. Varios balones a balón parado fueron suficientes para meter el miedo a los aficionados españoles y Casillas tuvo que intervenir ante varios disparos desde la frontal… Fueron los peores instantes en una excelente primera parte de la selección española culminada con el segundo tanto.
Cuando peor lo pasaba España llegó el turno de dos jugadores fundamentales en el esquema español, Xavi y Jordi Alba. El primero porque recuperó en la gran final el rol protagonista que tanto ansiaba, el segundo porque con un descaro fuera de lo común se ha doctorado con honores en esta UEFA EURO 2012. El centrocampista controló el esférico en el centro del campo y esperó al momento perfecto para ceder el esférico a la carrera de Jordi Alba, imparable en su carrera. El lateral se plantó ante Gianluigi Buffon y le batió por bajo con la tranquilidad de un veterano. Un justo premio a un lateral que ha cuajado un torneo espectacular.
El tanto no sólo colocaba a España al borde de la gesta, sino que fundió las opciones italianas. Cesare Prandelli buscó una reacción rápida con la entrada de un delantero más, Antonio Di Natale, que tuvo una ocasión tras la reanudación para revivir a los suyos. Erró y ahí se acabaron las opciones de una Italia que persiguió sombras en el segundo tiempo. Incluso Fernando Torres tuvo un guiño del destino que le permitió marcar en una nueva final de la EURO, como en la Prater de Viena, y de dar la asistencia a Juan Mata en el cuarto y último tanto. La mejor España había aparecido en la cita más exigente, cuando llegaba el turno de defender el trono logrado en 2008. Imposible cerrar el círculo de una manera más brillante.

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